Permítanos ahora un cambio de tercio. “Más allá de los conocimientos académicos, el colegio debe ser clave en la formación de valores” ¿Qué opinión le merece esta afirmación?
Me parece algo fundamental, no solo hay que formar “eruditos”, hay que crear buenas personas, que tengan respeto por los demás y sepan ponerse en el lugar del otro. Gente de corazón puro, que sean así sin esperar nada a cambio. ¿De los valores que reconoce actualmente en usted, cuál atribuye a su etapa formativa en nuestro centro? Precisamente creo que uno de los más importantes es la empatía; puede que sea ese el valor que más me ha marcado y que guía mis pasos cada día. Me gusta ayudar a la gente, entender por lo que están pasando y aportar mi granito de arena a hacerles avanzar. Creo que es una de las sensaciones más gratificantes que existen.
Y hablando de valores, en la etapa escolar aparece por primera vez el valor de la amistad. ¿Sigue manteniendo relación con sus compañeros de promoción? ¿Realizan algún tipo de reunión/evento?
Sí, y me siento afortunada. Es bonito rodearse de gente como ellos y, aunque no nos veamos todos los días como hacíamos antes, cada vez que nos reunimos es como si el tiempo no hubiera pasado y, a la vez sí, han sucedido muchas cosas en nuestras vidas desde entonces y, en cada quedada, almuerzo, cena, viaje… nos actualizamos. Es genial. Y, creo que hablo por todos, seguiremos manteniendo estos encuentros muchos años más.
Por último y basándonos en eso de que la experiencia es un grado. ¿Qué consejos darías a nuestros actuales alumnos?
Que aprovechen al máximo estos años, porque lo pasarán tan bien, que cuando menos se lo esperen habrá pasado esa etapa tan bonita y, deben tener la sensación de haberla disfrutado cada día como si fuera el último. La recordarán con mucho cariño como hago yo a día de hoy. ¿Y al profesorado? Con aquellos con los tuve la suerte de coincidir, no cambien, yo les pondría a todos un sobresaliente, que sigan siendo igual de profesionales, que se actualicen en sus conocimientos y formación (como estoy convencida de que hacen) y, que renueven cada día sus ganas de enseñar. Para mí lo han hecho genial, pero tal y como ellos mismos me han enseñado, no hay que ser conformistas y siempre querer superarse a uno mismo. A los profes nuevos que no he tenido el placer de conocer, mi recomendación es que absorban como esponjas todo el conocimiento y los valores de los más “senior” y, por supuesto, que aporten aún más ganas e ideas nuevas, siempre serán tenidas en cuenta. En definitiva, seguir progresando, tal y como han hecho todos estos años. Mis más sinceras felicitaciones por el trabajo realizado y muchísimas gracias por enseñarme tanto.