Otro año más celebramos el Día de la Paz, 30 de enero, gritando al mundo que queremos construir un mundo donde reine la paz. Trabajar por la paz es un acto de valentía, es sembrar respeto, diálogo y compasión en un mundo que a veces olvida su valor. Cada gesto, cada palabra, cada esfuerzo cuenta, porque la paz no se espera: se construye, se cuida y se comparte. Hoy, más que nunca, elegimos trabajar por la paz para tener un futuro mejor para todos.



