Trece años pasados en esta casa, trece años viéndolos reír, cantar, jugar, soñar…
Ahora inician una nueva etapa. Llega para ellos y ellas la hora de partir hacia nuevos rumbos y de lanzarse a la aventura de crecer, madurar y vivir de manera más autónoma.
Desde aquí les deseamos todo lo mejor; que la vida les sonría siempre; que sean muy felices, que vean cumplidos todos sus sueños…
Esta casa, que ha sido la suya durante tantos años, mantendrá siempre sus puertas abiertas para ellos/as, porque forman ya parte de nosotros, porque los llevaremos por siempre en nuestro corazón.
¡Hasta siempre!